Italia, que tanto gusta de exhibir la belleza femenina, también puede ser pudorosa. En una ciudad cercana a Nápoles quieren prohibir la indumentaria "muy sucinta"

En el país inventor de las veline -las presentadoras televisivas con escasa ropa y físico impactante-, que han creado toda una cultura estética, se dan a veces arrebatos de pudor. Es una nación cuya cadena pública, la RAI, dedicó más de diez horas de programación, en tres noches consecutivas, al concurso de Miss Italia, con escenas que en otros países habrían desencadenado la ira de las feministas y provocado interpelaciones parlamentarias. Pues bien, esos mismos italianos pueden volverse súbitamente muy recatados, como ha sucedido al alcalde de la localidad de Castellammare di Stabia, cercana a Nápoles, decidido a imponer la decencia indumentaria en sus calles.

La BBC se hizo eco de una noticia que resultó inexacta pero que provocó revuelo y volvió a Italia como un bumerán. La rectificación adquirió tonos quizás aún más cómicos, o hipócritas, según se mire. La rigurosa cadena británica informó en su página web de las intenciones del alcalde de Castellammare di Stabia, Luigi Bobbio, de prohibir la minifalda, decisión que debía refrendar el consistorio en una votación.

Disparadas las alarmas, el señor alcalde hubo de aclarar las cosas. No se trata de ahuyentar el turismo ni de quedar ante el mundo como una ciudad anticuada, fuera de tiempo. Bobbio puntualizó solemnemente que la minifalda (minigonna, en italiano) está excluida de las nuevas ordenanzas. Según la primera autoridad municipal, la minifalda se ha "consolidado" como una vestimenta civil plenamente aceptada como decente. El objetivo de la ciudad, por el contrario, es combatir las ropas "muy sucintas", categoría en la que no entra una minifalda convencional. Pero ahí se introduce el detalle, el jugoso detalle. La minifalda no se catalogará de "muy sucinta" , según Bobbio, "a menos que tenga una dimensión tal que sea inexistente como falda y, por tanto, deje al descubierto por completo la indumentaria íntima". ¿Entendido?

"La minifalda está absolutamente permitida y consentida -insistió el alcalde-. La reglamentación, como fácilmente se puede intuir si no se cae en las fáciles instrumentalizaciones, no persigue prohibir este o aquel tipo de prenda de vestir, sino dar a la ciudad y a los ciudadanos coordinadas bien precisas de comportamiento civil para respetar la libertad de cada cual y, por tanto, la libertad de todos". Las nuevas ordenanzas, como recordó Bobbio, incluirán la prohibición de otros comportamientos incívicos, como los partidos de fútbol improvisados, por parte de adultos, en calles, plazas y jardines. Eso no significa, según el alcalde, que se caiga en el exceso de no permitir a los niños darle a la pelota. Bobbio, en cualquier caso, no se disgustó por el malentendido de la BBC. Dijo preferir ser noticia por un episodio de esta naturaleza que por hechos de años anteriores relacionados con la infiltración de la Camorra.

Pero uno se pregunta, volviendo a la minifalda, qué criterios utilizará la policía municipal de Castellammare di Stabia para verificar si la prenda en cuestión es o no "muy sucinta". ¿Harán fotos? ¿Medirán las dimensiones? La vigilancia puede tornarse delicada y embarazosa.

De Eusebio Val  (lavanguardia.es)