El premier italiano Romano Prodi se reunió con el presidente Vladimir Putin y otros funcionarios rusos para dialogar sobre cuestiones energéticas y las relaciones del Kremlin con la Unión Europea.
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La visita de Prodi es la última de una gira que incluyó escalas en Bruselas, Viena, París y Berlín, y tiene lugar a menos de un mes antes de que Rusia organiza un encuentro del Grupo de los 8 que incluye las principales naciones industrializadas del mundo, entre ellas Italia.
Según los despachos de prensa rusos, los funcionarios del Kremlin dijeron que Putin y Prodi analizarán las relaciones económicas bilaterales y las relaciones de Rusia con la Unión Europea, así como la situación del Medio Oriente y en enfrentamiento con Irán por su programa nuclear.
Ambos se reunieron por última vez en el 2004, cuando Prodi era director de la Comisión Europea. Putin fue uno de los primeros dirigentes que llamó a Prodi tras su victoria electoral de abril y prometió que Italia y Rusia aumentarían su cooperación.
"Estoy convencido de que su visita no solamente confirmará el elevado nivel de la cooperación mutua sino que producirá más proyectos mutuamente beneficiosos", dijo Putin a Prodi al comenzar su encuentro.
Putin mantuvo una estrecha relación con el predecesor de Prodi, Silvio Berlusconi, uno de los mejores aliados europeos de Rusia.
Además, ambos mantuvieron una estrecha relación personal: las hijas de Putin pasaron sus vacaciones con la familia de Berlusconi en su villa de Cerdeña y Berlusconi visitó a Putin en su residencia presidencial veraniega del balneario de Sochi, junto al Mar Negro, a mediados del 2005.
El año pasado, Berlusconi consideró a Putin un líder verdaderamente democrático que debería ser respaldado _ alabanza que contrastó con los temores estadounidenses sobre lo que Washington consideró una marcha atrás del Kremlin en el sendero democrático.