Ahora que ha logrado deshacer el grumo del bote de kétchup y que ya puede chuparse el dedo, el astro luso ha probado nuevas e inéditas aventuras. Mientras, el ex del Barça pierde la cabeza. 

Ahora que Cristiano Ronaldo ha conseguido deshacer el grumo que taponaba su particular bote de kétchup parece que su vida se encarrila (recuerden, cuando estaba en sequía comparó los goles con un envase de la famosa salsa, o no sale nada, o sale todo de golpe, un poeta, vamos.

El rey de las camas, con permiso de Lorenza Lamas, parece haber sentado la cabeza ahora que es pater familia y puede celebrar los goles chupándose el dedo (¿le sabrá un poco a kétchup?). El caso es que a sus 25 primaveras CR7, al que le quedaban pocas cosas por descubrir, ha hecho algo que no había hecho nunca. Y la artífice del hito ha sido la espectacular modelo rusa Irina Shayk.

Nunca antes una fémina, por imponente que fuera, había logrado compartir techo con el astro luso, que hasta ahora prefería "desahogarse" con sus nenas por ahí y luego volver a casa con mamá Dolores, como mandan los cánones del buen hijo "forrado".

Pues Irina lo ha conseguido después de cinco meses de relación y Cristiano le ha abierto las puertas de su lujosa mansión en la exclusiva urbanización madrileña de La Finca, por la que paga unos 15.000 euros al mes. Dice un amigo de la top, que Ronaldo no quiere ver a su chica pasar la mayor parte del tiempo en los aeropuertos, de acá para allá, porque eso crea "inestabilidad". Toma ya, para que luego diga la Carbonero que el pobre muchacho es "egoísta e individualista".

No tuvo tanta suerte la celebrity estadounidense Kim Kardashian y lo suyo con CR7 no pasó de affaire sin confirmación oficial. Eso sí, la despampanante Kim se acaba de quitar la ropa (otra vez) para posar muy sexy en la portada del último número de la revista W, que muestra las interminables curvas de las que ya no disfrutará el portugués.

Precisamente de curvas va bien servida la nueva conquista de otro Ronaldo. El hoy jugador del Milán y ex del Barça Ronaldinho parece que anda bebiendo los vientos por la modelo italiana Sara Tommassi y no es para menos, a juzgar por las fotos de la susodicha. Dicen los medios italianos que se conocieron en una discoteca de Croacia, que Ronnie le pidió el número de teléfono y que desde entonces no ha dejado de marcarlo. La cosa se hizo oficial el pasado fin de semana cuando Tommasi se sentó en la grada de San Siro para ver el partido de su churri en compañía de su "familia política".

La "donna" que ha hecho que el mujeriego Ronaldinho siente la cabeza tiene 29 años y se hizo famosa gracias al calendario Max, antes de dar el salto al cine y la televisión. Claro que ahora tendrá que tener más cuidado porque todas las miradas, y los objetivos, están pendientes de ella.

Sin ir más lejos, durante la celebración del último festival de cine de Venecia tuvo un descuido que arrasa en Internet. Vamos, que el escotadísimo vestido que lucía le jugó una mala pasada y dejó ver más pecho del que deseaba. Los cámaras entraron en éxtasis fotográfico y las imágenes dieron la vuelta al mundo en cuestión de horas.

de elsemanaldigital.com