El tetracampeón de 250 y enemigo acérrimo de Valentino Rossi ha conquistado el primer título de SBK

Max Biaggi tiene cuerda para rato. Lejos de mostrar signos de cansancio o de aburrimiento el piloto romano, de 39 años, mantiene las mismas ganas y la ilusión de un chaval que empieza. Sólo así se explica que después de haber conquistado cuatro títulos mundiales de la desaparecida categoría de 250 cc (1994,1995,1996 y 1997) y de que haber librado durísimas y desagradables batallas dentro y fuera de las pistas con Valentino Rossi, con quien la relación se mantiene igual de gélida, haya conquistado el primer título mundial de Superbikes para Italia en su cuarta temporada en este certamen.

En un campeonato organizado por italianos y en la que una marca italiana, Ducati, ha tenido un protagonismo muy destacado desde sus inicios, faltaba un hombre que consiguiera el título de pilotos.

Max Biaggi lo consiguió el domingo a los mandos de una moto italiana, una Aprilia RSV4 Factory que ha volado y que le ha permitido superar a los más jóvenes del campeonato de las motos de serie como Leon Haslam, Jonathan Rea o Cal Crutchlow.

Después de salir de MotoGP por la puerta de atrás y tomarse un año sabático en 2006, Max regresó a las pistas seducido por la oferta del equipo Alstare Suzuki de Superbikes con el que acabó tercero. En 2008 pasó al Ducati Sterilgarda haciendo tándem con el español Rubén Xaus y finalizando en la séptima plaza.

Inquieto como pocos, ya en 2009, dio el paso a Aprilia y hace un año acabó cuarto. Lejos de tirar la toalla, ha sido en 2010 cuando ‘Mad Max' o el ‘Emperador Romano', así es como también se le conoce en los circuitos, ha conseguido hacerse con la corona del mundial de motos de serie preparadas para competición.

De carácter complicado y enfrentado a muchos de sus compañeros de profesión, periodistas y mecánicos que trabajaban en los equipos para los que corría, lo cierto es que Biaggi también cuenta con una fiel parroquia de seguidores que le acompañaron el pasado fin de semana en el trazado de Imola donde se vivió una gran fiesta.

Max ha dicho que no se retira y que se siente capacitado para seguir dando guerra. Falta esperar si con 40 años aceptará el nuevo reto que le ha propuesto la marca de Noale.

de Igfansi Sagner (sport.es)